Abanicos Asiáticos
En oriente el abanico es toda una institución y hay abanicos centenarios que son verdaderas obras de arte. En China, y más tarde en Japón, los abanicos hablaban del estatus social de la gente y se volvieron súper populares, cruzando fronteras hasta llegar también a Corea.
El abanico en China, la historia de los abanicos comienza hace 3,000 años, durante el periodo de la dinastía Shang (alrededor de 1600 – 1046 a.C). Llamado Shanhan, este fue uno de los primeros “abanicos”, aunque no se parecía en nada a los que conocemos hoy en día. Estos estaban atados a un carruaje tirado por caballos y se usaban para bloquear el calor del sol y proteger a los pasajeros de la lluvia (igual que los paraguas actuales). Sin embargo, el Shanhan pronto se convirtió en un abanico de mango largo llamado Zhangshan. Este tipo de abanico, hecho con plumas finas pero resistentes, de seda o de pájaro, fue utilizado principalmente por la guardia de honor del emperador como decoración. No fue hasta la dinastía Zhou, hace más de 2,000 años, que la gente comenzó a usar abanicos plegables para refrescarse.
El “abanico de plumas” se volvió muy popular entre la aristocracia porque era extremadamente caro de producir. Hecho de plumas de ave, fue ampliamente reconocido como símbolo de riqueza, autoridad y sabiduría.
Durante la dinastía Han (206 a.C. – 220 d.C.), el abanico se volvió popular entre la gente común a medida que se inventaron abanicos de bambú más asequibles y abanicos de hojas de totora tejidos a mano. La popularidad de estos abanicos se extendió hasta la dinastía Song (960-1279 d.C). Sin embargo, casi al mismo tiempo, también se introdujo un nuevo tipo de abanico. Los abanicos de seda, preferidos por las mujeres jóvenes en el palacio imperial, eran redondos para parecerse a la luna y recibían el nombre de tuánshàn. Más tarde, este abanico en forma de luna adoptó muchas otras formas, incluidos óvalos planos e incluso la forma de una flor de ciruelo o girasol chino.
Las varillas estos abanicos redondos de seda se hacían tradicionalmente con bambú o huesos de animales. Los mangos generalmente estaban grabados con patrones decorativos y adornos, mientras que la “cara” principal del abanico a menudo estaba bordada o pintada a mano con caligrafía y escenas inspiradas en la naturaleza, como montañas o flores. Estos abanicos en particular siguieron siendo populares en la antigua China durante casi 1,000 años, y todavía se consideran una forma de arte importante de la cultura china de la actualidad.
Simbolismo de la pintura de abanicos
Abanico con “relieve cuadrado” por Zheng Meisheng, Museo de Arte de Honolulu. Foto: Wikimedia Commons (CC0 1.0)
A partir de la dinastía Song, la pintura de abanicos se convirtió en una forma de arte en sí misma. Los calígrafos y artistas de la antigua China tendían a adornar los objetos que amaban con su arte e historias, por lo que tiene sentido que los abanicos se convirtieran en un lienzo para muchos creadores de este periodo. Los abanicos decorados con pinturas y caligrafía fueron conocidos como “abanicos de los estudiosos” y a menudo reflejaban el estatus de una persona.
Las decoraciones con pájaros y flores simbolizan la belleza y la gracia, por lo que eran motivos populares entre las mujeres jóvenes. Los eruditos, sin embargo, preferían abanicos adornados con la caligrafía de historias antiguas que representaban sabiduría y conocimiento. Las criaturas míticas también eran opciones populares: los dragones se pintaban con frecuencia en los abanicos de los hombres, mientras que las mujeres generalmente preferían los fénix.
El abanico en Japón
En Japón, la importancia del abanico es extraordinaria; seria difícil encontrar en ningún otro país objeto alguno que esté revestido de la consideración que en éste se da.
Los abanicos japoneses son de dos tipos: el uchiwa, que es plano y parecido a una raqueta, y el sensu que es plegable. Estos productos de artesanía tradicional, no solo son un modo ecológico de refrescarse en verano, también sirven para muchos otros propósitos.
Originalmente, los uchiwa estaban hechos de hojas grandes y pelo de animal. Antiguamente estos abanicos tenían también como propósito purificar y orar.
Espiritualmente se cree que el Uchiwa se puede usar para exterminar plagas en los campos, para disipar enfermedades graves y para prevenir enfermedades de verano cuando se adjunta a la puerta.
Un sensu antiguo. Este sensu se llama “abanico de ciprés” porque está fabricado con finas hojas hechas de madera de ciprés cosidas con cuerda (Período Heian tardío (784-1192) atesorado en el santuario Itsukushima).
Los sensu se utilizan en la ceremonia del té para divididr el área entre cada persona cuando se saludan sentadas en la posición tradicional Seiza sobre las esteras de tatami.
El abanico de guerra japonés , o tessen (en japonés :鉄 扇, て っ せ ん, romanizado : tessen , lit. ‘»ventilador de hierro»‘), es un abanico de mano japonés armado diseñado para su uso en la guerra. La clase samurái del Japón feudal utilizaba varios tipos de abanicos de guerra y cada uno tenía un aspecto y un propósito diferentes.
Abanico de guerra gunsen japonés antiguo ( samurái ) del período Edo, hecho de hierro, bambú y laca que representa el sol (1800-50) en exhibición en el Museo de Arte Asiático en San Francisco, California.
El ciudadano del Japón, saluda con el abanico, acota en él sus apuntaciones y en él, como en un platillo, coloca la moneda que da a al pobre como limosna.
También sirve allí este objeto como signo de premio y de castigo: a los estudiantes se les regalan abanicos para que sirvan de estímulo a su aplicación, y a los condenados a muerte, de cierto rango, se les comunica la sentencia presentándoles un abanico a propósito y se les deguella en el momento en que se inclinan para recibirlo.
Los nobles del Imperio japonés, usan estos objetos, los abanicos, de una forma especial para distinguirse de los plebeyos; los adornan con cinco cintas de diferente color, que son siempre el rojo, el verde, el blanco, el amarillo y el negro, y que al ondular producen visualidades sumamente caprichosas.
Como ya hemos indicado, en el Japón el abanico sirve de bandeja y en él se presentan los regalos elegantes, dando el lado del clavillo al obsequiado.
Según el acto a que concurra el japonés, así varía el abanico y los tienen para teatro, paseo, ceremonias, etcétera; todos ellos distintos en forma y tamaño.
Para algunos casos se requiere que el abanico sea precisamente de madera y cintas de seda.
Al igual de los chinos, los japoneses usan también el abanico para escribir en él pensamientos o poesías, y los ilustran pintando en ellos escenas de su historia nacional o pasajes de los poemas de sus grandes autores.
Las legendarias flores de melocotón y el monte de fuego, son los emblemas que generalmente completan aquellos dibujos.
Hasta el campesino y el obrero más rudo, emplean el abanico, y antes consentirían en no comer que en salir a la calle sin él el día de fiesta o el rato de descanso.
Las mujeres, sin embargo, no son en el Japón tan partidarias del abanico como los hombres, y a veces prefieren a aquél, otro cualquier objeto de lujo.
Los abanicos son populares accesorios que complementan el yukata (kimono veraniego) y también son preciosos objetos de decoración. Tradicionalmente están considerados como objetos que traen buena suerte y se utilizan en danzas, ceremonias del té y rituales sagrados.
El abanico en Corea del Sur
La palabra que se utiliza para denominar a los abanicos en Corea es “Buchae/부채”, que significa herramienta para mover el aire. Se clasifican de acuerdo al material, técnica o propósito con que se confeccionen. En un principio se pueden hacer de plumas, cáñamo, seda con o sin bordado y papel hanji. Una variación del abanico coreano más conocida por estos días es el Hapjukseon, un abanico inventado en el reino de Goryeo que se compone de muchas varillas hechas individualmente uniendo dos tiras de bambú plegables. El Jeopseon por su parte son los abanicos plegables más sencillos en decoración y cantidad de varillas y el Danseon son los abanicos rígidos redondos.
Se sabe que el abanico surgió en la península coreana antes de los Tres Reinos Goguryeo, Baekje y Silla, y aun hoy se pueden apreciar reliquias de abanicos en perfectas condiciones de los periodos Goguryeo (37 a.C.– 668 D.C.) y la Dinastía Goryeo (918–1392).
La ciudad de Jeonju, en la provincia Jeolla, es desde la antigüedad el lugar donde se producen los mejores abanicos en Corea, por ser la cuna del mejor papel hanji de moras y estar cercana de la ciudad Damyang, que posee un bambú de alta calidad, los dos elementos principales en la creación de los abanicos coreanos. Muchos talleres de abanicos se establecieron en la región durante el periodo Joseon (1392-1910) donde se producían abanicos que eran enviados al rey como tributo y que se convirtieron en uno de los mayores artículos exportables del periodo hacia países como China y Japón.
La “Danza de los abanicos”. Cr Brian Ho en Flickr
Buchaechum (en hangul: 부채춤) es una danza tradicional coreana también llamada danza de los abanicos (부채), puesta en escena por grupos de bailarinas y ejecutada en ceremonias y celebraciones, utilizando grandes abanicos decorados con ramas y flores de cerezos, aves, olas, mariposas. Las bailarinas visten el hanbok, traje tradicional coreano.
Incluso el buchaechum y el uso de los abanicos en la danza han roto las fronteras de lo tradicional y han llegado al KPOP. Artistas coreanos como BTS y VIXX han utilizado el abanico en las coreografías de sus canciones para resaltar aún más la suntuosidad de sus presentaciones, además de darles un toque más tradicional y cultural dentro de un género tan popular y moderno como lo es el KPOP en sí.
BTS JIMIN Intro + IDOL en los premios MAMA de 2018
Fuentes:
https://www.protocolo.org/social/etiqueta-social/
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